Esta bonita boda en el Burgo de Osma estuvo llena de sonrisas, entre un gran cúmulo de emociones.
Desde el primer momento se respiraba un ambiente acogedor, familiar y cercano.
Posteriormente llegaron los novios a las escaleras de acceso a la Iglesia del Rivero, en San Esteban de Gormaz.
La iglesia está considerada un Bien de Interés Cultural desde 1996. Edificada en el siglo XII con estilo románico porticado. Adorada por los sanestebeños, esta iglesia alberga en su interior a la venerada Virgen del Rivero, patrona de la localidad.
La ceremonia fue muy bonita, en parte gracias al cura que la ofició, ya que puso todo su empeño en que hasta el último asistente a la ceremonia se encontrara a gusto y no escasearan las sonrisas.
Por supuesto, el lugar y los estupendos invitados tienen gran importancia en que esto fuera tan bonito y agradable.
Finalizada la ceremonia, los novios acabaron cubiertos de pétalos y arroz. Esta tradición simbolizaba la fertilidad, la abundancia y los augurios de prosperidad. Por esa razón se tiran puñados de arroz a las parejas después de darse el «sí, quiero»: para desearles una relación feliz, duradera y con hijos.
Realizamos una pequeña sesión de fotografía de boda en San Esteban de Gormaz, por los alrededores de la iglesia y la zona del río.
Continuamos nuestro trabajo como fotógrafos de boda en El Burgo de Osma en el lugar posterior de la celebración: El Virrey.
Y, antes de marcharnos, como es costumbre en nuestra manera de hacer las cosas como fotógrafos de boda, nos despedimos de Patri & Tomás con una sesión de fotografías nocturnas, realizadas en los jardines del Palacio del Virrey (El Burgo de Osma).
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